Brasil no consigue frenar la deforestación de la Amazonia



"La creación de Áreas protegidas y la demarcación de tierras indígenas no han sido suficientes para detener la deforestación en la región Amazónica Legal, que cubre 6 estados y parte de Mato Grosso, Tocantins y Maranhão", reportó Cleide Carvalho, desde S. Paulo, para el diario O Globo, de Río de Janeiro

Los números del Proyecto Prodes, que supervisa la selva amazónica brasileña por satélites desde el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), muestran que la deforestación sigue su curso. En 132 áreas protegidas, todas observadas por el satélite, la deforestación aumentó de 5.036 km2 a 11.463 km2, entre los años 2000 y 2010, un incremento del 127,6%.

En otras palabras, en 10 años se deforestaron 6.427 Km2. Solamente en los últimos 3 años, 964 Km2 de bosque fueron eliminados en esas áreas.

En Pará, la Comisión Nacional Forestal Jamanxim ya perdió un 9,8% de su superficie. Entre las áreas protegidas, Pará es la que posee la mayor extensión deforestada, 1.269 Km2. La Selva Nacional del Bom Futuro, en Rondônia, perdió 27% de sus 2.783,8 Km2.

Incluso en las zonas de protección, que deberían ser intocables, no escapan a la deforestación. Es el caso de la Reserva Biológica Gurupi, en Maranhão, que perdió el 27,7% de su 2733,8 Km2.

En la mayoría de los casos, se cortan los árboles poco a poco, en pequeños claros que van volviendo al bosque menos denso. El estrago hecho sólo es detectado por los satélites del INPE al llegar a grandes proporciones. El año pasado, la Reserva Gurupi perdió 11,9 Km2.

Llama la atención la situación de Pará. De las 10 Áreas de Protección más deforestadas, 7 se encuentran en Pará. En la reserva Extractivista de Tapajós-Arapiuns, en los municipios de Santarém y Aveiro, 7,5% de la superficie forestal ya no existe. Declarada de utilidad Pública en 1998, debería contener sólo los proyectos de explotación sustentable, que aseguren la conservación de los recursos naturales. Antes de ser creada, hasta 1997, sólo el 5% de la zona había sido devastada.

Imazon: 65% de la tala en Pará fue de forma ilegal

El problema de la deforestación en Pará asume proporciones alarmantes. Un estudio publicado por el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente en la Amazonia (Imazon) mostró que entre agosto de 2009 y julio de 2010, la explotación del 65% de la madera sucedió de manera ilegal. Según Imazon, esa explotación no estaba permitida. Si bien el 84% de la explotación ilegal ocurrió en terrenos privados, un 13% tuvo lugar en asentamientos de reforma agraria y el 3% en áreas protegidas.

En la Amazonía Legal, también los proyectos sustentables sufren violaciones sistemáticas. No escapa ni siquiera la Reserva Extractiva Chico Mendes, considerado un símbolo de la lucha por la preservación del medio ambiente en Brasil. En la reserva ubicada en Acre, hasta el año 2000 había sido devastada un área de 250,6 Km2, equivalente al 2% del total. El año pasado, la deforestación alcanzó 437,5 Km2 (4,5% de la superficie total, que es de 9624,5 Km2). El aumento de la superficie sin vegetación fue de 74,8%.

De acuerdo con Mauro Pires, director de Políticas de Combate a la Deforestación, del Ministerio de Medio Ambiente, sólo desde 2004 hasta hoy se han creado 25 millones de hectáreas de Áreas Protegidas Federales (250.000 Km2) y demarcado 10 millones de hectáreas de tierras indígenas (100.000 Km2), justamente con el fin de preservar las zonas forestales.

Pires afirma, además, que en muchas áreas, el actual proceso de deforestación en curso se vio restringido por la transformación de las tierras en áreas públicas, citando como ejemplo la selva Jamanxim, la Estación Ecológica Terra do Meio (Pará) y la Reserva Biológica Nascentes da Serra do Cachimbo, esta última, con deforestación del 16,2% de su superficie.

Pires admite, sin embargo, que el modelo sirve para desalentar la ocupación ilegal de tierras, un mecanismo mediante el cual se crea un falso título de propiedad. Ese documento se pasa de mano en mano, hasta que un ciudadano ocupa la tierra y va a la Justicia a asegurarse la permanencia, alegando que él compró la zona.

"La creación de Unidades de Conservación intimida la acción de los 'grileiros' (invasores), pero no quiere decir que eso sea suficiente", explica el director.

Según Pires, las áreas indígenas son consideradas -en las políticas de conservación adoptadas por el gobierno-, las barreras naturales para combatir la deforestación. También en ese caso, sin embargo, los números indican problemas. En Mato Grosso, se demarcaron 1,663.3 Km2 de área indígena Maraiwatse para el pueblo Xavante, que había sido retirado de la zona en la década de 1970. Pero los terrenos siguen ocupados por invasores hace 40 años.

En la lista de áreas que sufren con queimadas (practica primitiva de la agricultura, destinada principalmente a la limpieza del terreno para el cultivo) en Mato Grosso, la Maraiwatsede se destaca, lo que indica que la preservación está lejos de ser una realidad.

La Tierra Indígena de Río Guamá, en Pará, tiene 31,7% de la superficie deforestada, un total de 893,3 Km2 de selva destruida. Recientemente, sus habitantes denunciaron todo tipo de problemas, que van desde la deforestación hasta la producción de marihuana por invasores de la selva. Por ahora, la única acción fue un compromiso del organismo estatal Incra de reubicar a 40 familias que viven en el pueblo más problemático, el Marajupema, transformado en la ruta del narcotráfico.

La tercera tierra indígena con mayor área deforestada es el Alto Río Negro, en Amazonas, que acumula 857,7 Km2 de devastación. Por el porcentaje de la deforestación total de la reserva, el mayor ataque tiene lugar en la tierra indígena Awá, en Maranhão, donde 32,7% de los 1.140,2 Km2 del área ya fueron deforestados.

Un total de 13,885.3 Km2 de tierras indígenas están deforestadas, en un total de 379 áreas demarcadas por la FUNAI y supervisadas por Prodes.

Brasil tiene hoy 1,097,301.5 Km2 de tierra demarcada. Pero hasta el año 1997, 7.575,9 Km2 de tierras indígenas habían sido devastadas. Es decir, desde entonces, la extensión de la tala de Selva en áreas destinadas a los indios aumentó un 83%.

"Dónde hay tierra indígena hay una barrera, pero no quiere decir que sea un santuario", reconoce Pires.

En cuanto al Funai, no respondió a la solicitud de entrevista de O Globo.

IISS

Pero el abuso existe porque hay falta de educación y pobreza.

Según Jamil Chade, corresponsal de O Estado de S. Paulo, "Es la pobreza, y no la ausencia de tropas del Ejército o de un nuevo sistema de radares, que está transformando a la Amazonia en una de las principales rutas de tráfico internacional de armas y drogas en el mundo". La constatación es del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), sigla en inglés.

Para la entidad, el proyecto del gobierno brasileño de invertir R$10.000 millones (US$ 5.667 millones) para proteger las fronteras amazónicas del país tiene una gran chance de fracasar mientras la pobreza no sea erradicada en las comunidades que viven en la región. 

Según los especialistas, a pesar de la “paranoia” brasileña sobre el riesgo de una supuesta invasión de la región por potencias extranjeras, la realidad es que Brasil abandonó la Amazonia tanto en términos militares como socioeducativos.

El IISS es uno de los principales centro de estudios sobre la estrategia en el mundo, con sede en Londres y acaba de publicar un nuevo informe sobre la situación de las fronteras en Brasil. 

Según el estudio, la Estrategia Nacional de Defensa del 2008 fue “incapaz” de contener al tráfico de armas y drogas en la Amazonia y acusa a Brasil de tener aún una evaluación estratégica “ya superada” sobre los riesgos que la región enfrenta. Mientras Brasil insiste en que el mayor peligro es la invasión de la Amazonia por otra nación, la realidad es que la zona está siendo ocupada por “grupos armados ilegales”.

Los especialistas afirman que, a pesar de los esfuerzos brasileños en los últimos años, la violencia en las favelas de Rio de Janeiro y de São Paulo es encamino cada vez más usual para la droga que sale de Bolivia y de Perú. 

Parte de la inclusión de la Amazonia en la ruta sucedió por el cambio en el modelo de demanda mundial. Hubo caída en el consumo estadounidense, pero en Europa el volumen explotó en una década.

Existen, además, factores locales que explican la nueva tendencia. Uno de ellos es el “éxito del gobierno de Colombia en la lucha contra las Farc, que forzó al grupo a cruzar la frontera con Brasil”. El estudio cita varios informes del Estado en ese sentido.

El IISS admite que, finalizando el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, hubo una mayor atención al tema de las fronteras, lo que fue confirmado con Dilma Rousseff, enviando casi el doble de soldados a la región para patrullar los límites de Brasil. Pero el informe alerta que la meta de lidiar con el tráfico solo con esas medidas puede no alcanzar los resultados esperados.

Para los especialistas, la lucha contra el tráfico tendrá que ser también una lucha contra la pobreza en la región. “La pobreza está generalizada, lo que significa que la participación de los grupos de inmigrantes ilegales pueden ser una forma atractiva de ganarse la vida”, aprecian los estrategas, quienes citan el caso de los indígenas de la tribu Tikuna, que aceptaron actuar como “mulas” para los productores de drogas de Bolivia y de Perú, que desean atravesar a Brasil.


También se señala la situación de los indios en la reserva Raposa Serra do Sol.

“Pero los brasileños están tomando solo pasos tímidos en la dirección de lidiar con la exclusión social y pobreza que permiten que grupos armados extranjeros proliferen en la Amazonía”, afirma el IISS.

Brasil 2014

Sin embargo, la “urgencia” de las obras de la Copa del Mundo fue señalado como un motivo de emergencia para autorizar el corte de vegetación nativa en áreas de preservación permanente (APPs) para la construcción de estadios y “demás instalaciones necesarias”, según una nueva propuesta de reforma del Código Forestal en debate en el Congreso Nacional. (¿?)

Es insólito pero cierto.

La nueva versión de la legislación ambiental fue presentada por el senador Luiz Henrique (PMDB), miembro informante para la reforma del Código Forestal ante las comisiones de Constitución y Justicia, Agricultura, y Ciencia y Tecnología.

La posibilidad de nuevos cortes de vegetación nativa en áreas de preservación permanente para actividades agropecuarias fue aprobada por la oposición y parte de los legisladores oficialistas, a fines de mayo, pese a las amenazas de veto de la Presidente de la República.

El cambio sugerido por el senador Luiz Henrique impedirá nuevos cortes de vegetación nativa en área de preservación permanentes estimadas en 600.000 Km2 –más de 2 veces el área del Estado de São Paulo-. Las APPs están localizadas en las márgenes de los ríos, a partir del ancho y también en las costas de los morros. El objetivo de su preservación es asegurar la calidad de los suelos y del agua.

Pero también libera a los productores rurales de la exigencia de recuperar las áreas deforestadas hasta julio del 2008, fecha de la publicación de un decreto del entonces presidente Luis Inácio Lula da Silva, que penalizaba a quien no cumpliera las reglas de protección al medio ambiente en las propiedades rurales del País.

Según el profesor Gerd Sparovek, de la Universidad de São Paulo (USP), cerca de 400.000 Km2 de áreas de preservación permanentes ya habrían sido deforestadas. Parte de eso sería considerada área consolidada para el uso de agro-negocios, de acuerdo ya preveía el informe aprobado en la Cámara, de autoría del diputado Aldo Rebelo (PCdoB).

“Santa Catarina tiene áreas de culturas agrícolas inundadas, conviviendo con la segunda mayor cuenca lechera del país instalada en área de morros y montañas. Imagínese, entonces, su distinción con las peculiaridades de los Estados localizados en la Amazonia, en las regiones de pantano, en las Pampas y en la Sierra General”, justificó Henrique, gobernador de Santa Catarina en la época en que el Estado redujo las áreas de protección a las márgenes de los ríos. La polémica todavía está en el Supremo Tribunal Federal.

Pero una de las principales novedades presentadas por el informe de Luiz Henrique es la definición de 20 situación en las que podrá haber corte de vegetación nativa en áreas de preservación permanente en el futuro.

En la versión anterior, aprobada en la Cámara, eran vagas las hipótesis de utilidad publica, interés social y actividades de bajo impacto ambiental en las que la intervención o corte de vegetación podría ser autorizada a partir de la reforma del Código Forestal.

Además de obras de Infraestructura destinadas a la Copa del Mundo de Futbol, podrán justificarse la deforestación de áreas de preservación permanente o emprendimientos, cuando lo ordene el Presidente de la República o los gobernadores.

Hacia Durban

Deberá recordarse que, durante las conversaciones de la ONU, realizadas en Ciudad de Panamá, preparatorias para la Cumbre Climática de la ONU en Durban, Sudáfrica, que ocurrirá en en diciembre, el Rastreador de Acción Climática, que audita los esfuerzos de los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, informó de un desfase entre los objetivos fijados por los gobiernos y sus resultados.

En 2009, en la Cumbre del Clima de la ONU, en Copenhague, Dinamarca, los países acordaron a última hora, limitar el aumento de la temperatura de la Tierra pero la meta fue considerada demasiado tímida por los ambientalistas.

El Rastreador estimó que Brasil tendrá emisiones "significativamente mayores" a lo previsto inicialmente. En Copenhague, Brasil prometió una reducción de entre el 36% y 39% de las emisiones en comparación con el negocio del escenario "business as usual” (con parámetros sin cambios).

Sin embargo, datos recientes de Brasil indican que las emisiones de dióxido de carbono aumentó, debido principalmente al aumento de la deforestación. 

China, que tiene el título de mayor emisor de dióxido de carbono, las emisiones de este gases considerado el responsable del aumento de la temperatura en el planeta están creciendo más rápido de lo pensado.

Según el estudio, si los niveles actuales se mantienen, para el año 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero será de alrededor de 54 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a entre 10 y 14 millones de toneladas más de lo previsto.

El planeta se encuentra "muy, muy lejos" de alcanzar la meta de 2ºC prometida en Copenhague, advirtió Bill Hare, director del grupo de investigación Clima Analytics, con sede en Potsdam (Alemania).

"Caminamos hacia un recalentamiento de más de 3º, a menos que haya avances importantes", dijo Hare, un asesor de la organización ambientalista Greenpeace.

Incluso un aumento de 2º en la temperatura mundial sería un problema porque el mundo estaría expuesto a incendios más frecuentes y al aumento del nivel del mar, destacó.

"Los niveles de calor rumbo a los cuales estamos avanzando pueden llegar fácilmente a causar graves daños a los ecosistemas vulnerables de un extremo a otro planeta", añadió.

"La producción y disponibilidad de alimentos se vería amenazada, en particular en África, las prácticas agrícolas actuales se cambian rápidamente", dijo.

China, que superó a Estados Unidos como emisor mundial de los principales, se resisten a firmar un tratado internacional vinculante, pero se ha comprometido a reducir entre 40% y 45% la cantidad de carbono producido por cada punto porcentual del PIB a finales de 2020.

El Rastreador de Acción por el Clima reconoció que el país está tomando medidas para ahorrar energía y el intercambio de la energía con miras a un mayor uso de fuentes renovables como la eólica.

"Esto es muy positivo", dijo Niklas Hoehne, director de la política energética y climática de consultoría Ecofys. Subrayó, sin embargo, las emisiones de China son mayores de lo previsto inicialmente, debido a "un rápido crecimiento económico" del país.

En los Estados Unidos, el presidente Barack Obama se ha comprometido a reducir las emisiones en un 17% en comparación con los niveles de 2005, pero enfrenta la oposición de los republicanos.

Muchos de esos republicanos cuestionan la evidencia científica del cambio climático y dicen que las reducciones significativas en el uso de petróleo y otros combustibles fósiles representan una nueva carga a la economía de USA, ya con problemas.


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