De paso por el país, el nuevo director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), el brasileño José Graziano da Silva, recomendó mantener abiertas las exportaciones de alimentos, aun en medio de los aumentos de precios de las commodities .
"Las exportaciones de alimentos no deberían tener restricciones en ningún país, porque eso ayuda a agravar la ya existente restricción de la oferta alimentaria", dijo Da Silva, que se reunió ayer con la presidenta Cristina Kirchner y con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para agradecer el apoyo dado por la Argentina para su elección como director del organismo.
Pero ni siquiera la gratitud impidió que Da Silva se pronunciara en contra de las políticas de restricción de exportaciones de agroalimentos, que el Gobierno aplica desde 2006 para el trigo, la leche, la carne y el maíz. "Nuestra organización no recomienda el cierre de exportaciones como política, pero respetamos la libertad de cada país", destacó.
Seguidamente, más político, Da Silva se excusó de opinar sobre la política de control de precios que se aplica en el país, pero apoyó las intervenciones para casos de crisis. "Cuando hay un problema de stock, es bueno que los países puedan intervenir con medidas como sacar los aranceles a la importación de alimentos, para paliar la escasez", dijo.
Por otro lado, Da Silva se manifestó a favor de limitar la especulación financiera con los granos. "Necesitamos reglas para los mecanismos financieros que contaminaron los mercados de commodities , acentuando la volatilidad y no ayudando ni a los productores ni a los consumidores", dijo Da Silva. "Queremos limitar la especulación para proteger la seguridad alimentaria, que es el gran tema de hoy", destacó el director de la FAO, que entrará formalmente en funciones en enero.
La cuestión de la regulación de los mercados de granos fue aprovechada por Domínguez para expresar la postura argentina al respecto. "Como expresamos ante el G-20, la especulación es ajena a los que producimos alimentos. Nosotros seguiremos defendiendo la posición de que hay que poder aprovechar este momento de precios, porque ésta es una oportunidad única para países como los nuestros", dijo Domínguez.
El ministro de Agricultura también habló del tema de la tierra, en el contexto de la iniciativa del Gobierno en el Congreso de impulsar límites en la compra de tierras por parte de extranjeros. "En el G-20, varios coincidimos en que la tierra es un recurso no renovable. Por lo tanto, no nos gusta la compra de tierras en forma especulativa", dijo.
Biotecnologia
Da Silva también destacó el uso de la biotecnología como herramienta para combatir el hambre, pero criticó veladamente el rol de las grandes empresas en el asunto. "El tema de los transgénicos es controvertido, ya que cuando hablamos de él todo el mundo piensa en Monsanto y la soja. El tema de las semillas transgénicas siempre se vincula a los monopolios, y a nosotros los monopolios no nos gustan, pero creemos que la biotecnología en sí puede ser una herramienta importante para satisfacer la creciente demanda de alimentos", dijo Da Silva.
Finalmente, el director de la FAO destacó que el problema de la crisis alimentaria no es la falta de producción, sino la mala distribución. "Por primera vez, tenemos capacidad de producir alimentos para todos. El problema, hoy, es la falta de acceso de algunos a la comida", dijo.
FUENTE: http://www.on24.com.ar/
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