Decidido a impulsar al sector agrícola el Gobierno obliga a los bancos a entregar a los productores crédito abundante a bajas tasas de interés, pero las estadísticas del Banco Central revelan que la producción de alimentos no crece.
Entre junio de 2010 y junio de este año, el portafolio de créditos a los agricultores, a la tasa preferencial de 13%, aumenta 53,5% desde 25 mil 801 millones de bolívares hasta 39 mil 617 millones, de hecho, en este momento 17 de cada 100 bolívares prestados están en el campo.
El resultado de la dosis de financiamiento barato no ha sido el esperado. El Banco Central registra que la producción agrícola viene en descenso desde 2008 y el año pasado el crecimiento apenas superó 0%.
Incluso, todo indica que durante los primeros seis meses de este año la tendencia negativa no se revirtió. Aún el BCV no reporta cifras específicas sobre el sector porque dado su poco peso en la economía, lo incluye en un ítem denominado "resto", junto a restaurantes y hoteles.
El resultado es que el PIB del "resto" sólo aumentó 0,2% en el primer trimestre y en el segundo trimestre registra una caída de 2,2% que apunta al descenso de la agricultura.
Si bien las lluvias de comienzos de año dañaron cultivos, fuentes bancarias explican que existen problemas de fondo en el sector que no se resuelven con crédito barato.
"Llegó un punto donde el crédito tiene muy poca incidencia en la producción porque hay temas como vialidad dañada, falta de asesoría técnica, falta de insumos, desinversión por el impacto que han tenido las expropiaciones de fincas y el desinsentivo que crea el control de precios en rubros básicos", dice un banquero que prefiere reservar su nombre.
Las fallas en la producción se traducen en caída de la oferta e inflación.
El precio de los productos agrícolas aumentó 12,1% en julio, el mayor incremento en los últimos 16 meses y los alimentos acumulan un alza de 18,4% en el año.
El aumento en el precio de los alimentos no se siente por igual en todas las familias, el 25% más pobre de la población, que destina 45 de cada 100 bolívares de sus ingresos a la alimentación son los más afectados.
Entre diciembre y julio de este año, las familias de menos ingresos han sufrido una inflación de 18,7% mientras que en el estrato de mayor ingreso el impacto es de 17,9%.
Esto ocurre a pesar de que la administración de Hugo Chávez creó toda una red destinada a abaratar el costo de los alimentos.
Mercal, se ocupa de la comercialización; Fundaproal otorga subsidios; el SADA diseña programas de almacenamiento; Pdval vende productos a precios regulados; Venalcasa empaqueta; Logicasa se encarga de la distribución, Casa comercializa y suministra insumos, mientras que las miles de hectáreas expropiadas deberían garantizar el crecimiento constante de la producción.
El Gobierno intenta suplir las deficiencias de la estructura, pero marcha lentamente. En octubre del año pasado la República firmó un acuerdo con la FAO para obtener asistencia técnica en la producción de insumos agrícolas, almacenamiento y manejo de sistemas de riego.
Todo indica que durante los próximos meses la inflación seguirá siendo alta, especialmente en los alimentos.
Ya está en vigencia el complemento del incremento del salario mínimo y el Gobierno aprovechará la coyuntura para autorizar aumentos de precios en productos controlados que aun no reflejan la devaluación de enero, como el arroz y la harina de maíz.
Además, tradicionalmente la liquidez aumenta con mayor intensidad durante los últimos tres meses del año, factor que también aumentará la presión sobre los precios, sobre todo, en una economía con problemas de oferta.
FUENTE: http://www.eluniversal.com
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