Los puertorriqueños suman hoy otro día a la parálisis producida por los remanentes del huracán Irene, que ha dejado pérdidas preliminares en la agricultura de 17,8 millones de dólares y unas dos mil personas refugiadas a causa de las intensas lluvias.
El gobernador de Puerto Rico, Luis G. Fortuño, realizó anoche un recorrido por municipios de la zona norte próximos a San Juan con el propósito de persuadir a los ciudadanos en zonas en peligro de inundaciones y de derrumbes que se trasladaran a los refugios habilitados.
Explicó que sobre dos mil personas se encontraban refugiadas en distintos municipios del país afectados por las intensas lluvias que han arropado prácticamente toda la isla desde el domingo, con apenas unos breves recesos.
Fortuño anunció previamente que, con excepción de aquellas agencias que brindan servicios inminentes en caso de emergencia, las oficinas gubernamentales ni las escuelas laborarán hoy para "evitar tragedias y no exponer a nuestros niños".
Hasta ahora, una mujer de 62 años es la única víctima mortal a causa de este ciclón, cuando el martes su vehículo fue arrastrado por las fuertes corrientes desbordadas cuando intentó atravesar un puente en un sector del municipio de Carolina.
La intención de contabilizar los daños causados por la tormenta Irene, que se convirtió en huracán cuando abandonaba suelo puertorriqueño, quedó limitada a la zona sudeste donde las pérdidas en la agricultura resultaron cuantiosas, al quedar barridas grandes extensiones de plátano.
"Vamos a brindar ayuda a los agricultores los más pronto que se pueda", dijo el gobernante, que en la víspera había establecido un límite de 24 horas para recibir los informes de pérdidas.
El secretario de Agricultura, Javier Rivera Aquino, dijo que los mayores daños se produjeron en los municipios de Maunabo y Yabucoa, en el sudeste.
"Visité los pueblos del centro de la isla y los daños no son tan grandes en comparación con estos", aseguró Rivera Aquino en compañía del gobernador Fortuño.
Además de la agricultura, el fenómeno atmosférico ha causado graves daños a la infraestructura del país al provocar el colapso de puentes, tramos de autopistas, inundaciones de sectores residenciales y hasta derrumbes de inmuebles.
La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) aseguró que ya el 83 por ciento de los 1,5 millones de abonados tienen servicio, mientras que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) intentaba suplir el servicio de agua potable a poco más de 80 mil clientes que seguían afectados.
El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, consideró "extraño" que el gobierno haya decidido recabar la asistencia de personal extranjero cuando ese sindicato ha sido flexible ante la situación extraordinaria que experimenta el país con el fin de restituir el sistema eléctrico.
FUENTE: http://www.prensa-latina.cu
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